Primera Navidad con Diabetes tipo 1

Reflexiones de la primera Navidad con un hijo DM1.

Las comparto por si alguien me quiere dar algún consejo o añadirme alguna.

Tengo la sensación de hacerlo o mal o muy mal. Es verdad que a 6 semanas del diagnóstico mi hijo ya tiene un tiempo en rango del 91% y parece que un poco lo vamos controlando (sobre todo porque mi hijo es estupendo, y su padre más aún, yo la verdad un poco menos).

Pero esto es mucho más complicado de lo que uno se piensa. El problema no es pincharse o no (que también), sino la maldita curva y las ochenta circunstancias que la varían. He leído por ahí a alguien muy razonable mencionando la luna llena y su impacto.

Hace unas semanas habría dicho, hala, qué tontería ha dicho. Ahora me lo he anotado, porque ni me extraña.

La Navidad, y la familia/amigos, no siempre ayudan:

1) La familia es comprensiva… hasta un punto. Hay mucha ignorancia sobre qué es exactamente la diabetes y resulta difícil explicar -sin ofender- que hincarse media barra de turrón es una locura para un diabético, pero tampoco es bueno para un no diabético.

2) Todo el mundo opina, sobre todo si no sabe. Esto me recuerda a cuando nació mi hijo y yo andaba con la lactancia demanda. Todo bicho viviente, hubiera o no amamantado, tenía su opinión. Pues aquí igual. Hemos oido de todo, en particular «bueno, no es para tanto. Total es pincharse y punto».

3) Cuando viajas, en muchos sitios las opciones de comer algo que no te descoloque totalmente la curva se reducen mucho. Las gasolineras en concreto son desiertos de comida.

4) El turrón con almendra es más controlable de lo que parecía. El Suchard con arroz inflado es el mal. Los polvorones suben tardíos y conviene sólo si vas a dar una caminata. El pan blanco candeal pega una subida mortal en cuanto te das la vuelta.

5) Es difícil (como madre) mantener el equilibro virtuoso de acompañar y animar a tu hijo diabético, del que no puedo estar más orgullosa (ojalá me pudiera cambiar por él y calzarme yo la DM1, pero eso es otra historia), y a la vez mantener una cierta alerta con el familiar pesado que dice, bueno, pero tampoco pasa nada por que se coma [añadir lo que sea que no hayas medido]

6) La manera más fácil de pasar buenas noches, y evitar tanto las hipos como las hiper, es una cena con menos hidratos y, en su caso, su vasito de leche a las 12 o las 1am.

7) Las carnes grasas (secreto ibérico, carne roja) suben tarde y por la noche te pegan sustos.

8) Un adolescente con sensor que haga mucho deporte debe ponerse su parchecito, porque a la mínima de varios días sudando, se cae. Y no se cae cuando te venga bien a ti. Se cae a las 4 de la mañana en un hotel en medio del monte.

Saludos!

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