Los factores de riesgo ambientales ganan peso en la diabetes tipo 1
Se han descrito diversos factores ambientales que protegen o promueven la autoinmunidad frente a las células beta o la progresión a diabetes. En verde, los que cuentan con mayor evidencia. (The Lancet)
Incidencia de la diabetes tipo 1 en España
La incidencia de la diabetes tipo 1 ha aumentado de forma considerable en los últimos 30 años. Conocer las causas de esta tendencia puede ser muy útil de cara a la prevención. Aún hay muchos elementos desconocidos, pero otras cuestiones van esclareciéndose. Por ejemplo, que ese incremento en la aparición de nuevos casos está impulsado por cambios en el entorno o en el estilo de vida, ya que los factores genéticos no han variado.
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Al igual que en el resto de enfermedades con un fuerte componente genético, se ha podido apreciar que los factores ambientales -como la exposición a ciertos virus o la dieta- pueden inducir alteraciones en la expresión de los genes a través de los denominados mecanismos epigenéticos. Un estudio que se acaba de publicar en Nature Communications, que ha contado con participación española, aporta nuevas evidencias de que esa interacción con los genes, en este caso con los relacionados con el sistema inmune, es clave en la aparición de la patología.
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Al fin y al cabo, se trata de una enfermedad autoinmune que se produce en individuos genéticamente susceptibles y que tiene como resultado la destrucción -mediada por linfocitos T- de las células beta pancreáticas, que son las encargadas de sintetizar y segregar la insulina.
Estudio en hermanos gemelos
Un equipo internacional de investigadores, entre los que se encuentra Ivo Gut, director del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG), en Barcelona, ha evaluado la contribución de las señales epigenéticas en 52 pares de gemelos idénticos, con la particularidad de que únicamente uno de los dos hermanos había desarrollado diabetes tipo 1.
El estudio epigenético se realizó tomando muestras de sangre, pero para el análisis se separaron tres tipos celulares: células T, células B y monocitos. «Con esta información pudimos ver las diferencias entre los tres tipos y dentro de cada tipo», expone Gut.
Concretamente, se analizó la metilación, que es el principal mecanismo epigenético. El especialista en genómica expone los principales hallazgos: «Hemos visto regiones genómicas donde los enfermos mostraban metilación y los gemelos no. Esto se vio en los tres tipos celulares». Por lo tanto, concluye, este estudio sienta las bases de una posible vía para identificar biomarcadores que ayuden en el diagnóstico y la búsqueda de posibles tratamientos.
Algunos de los cambios epigenéticos observados estaban relacionados con la regulación de la función de las células del sistema inmune. Gut aclara que esto no representa «una gran sorpresa», al tratarse de una enfermedad autoinmune, aunque puede proporcionar nuevos detalles sobre el desarrollo de la enfermedad.
Relación causa-efecto
En opinión del experto, lo más novedoso del trabajo que se acaba de publicar, que ha sido coordinado por David Leslie, de la Universidad de Londres, es que es la primera vez «que se realiza con una resolución tan amplia, de 450.000 posiciones de metilación, y con gemelos». El efecto de los factores ambientales en el desarrollo de enfermedades es muy difícil de medir. No obstante, «ahora tenemos puntos del genoma con metilación diferencial que pueden sernos útiles para llevar a cabo estudios con parámetros ambientales para establecer relaciones de causa-efecto».
Hay muchos estudios sobre la influencia de diversos factores ambientales en el desarrollo de diabetes tipo 1, pero todavía no hay ninguna pista definitiva que permita emprender acciones preventivas. Como apunta Lluís Forga, jefe del Servicio de Endocrinología del Complejo Hospitalario de Navarra (Pamplona), en términos generales «el paso de los países más deprimidos a un nivel de vida superior no sólo se acompaña de un aumento de la diabetes tipo 2, sino también de la tipo 1». Él ha estudiado la evolución de la incidencia de esta enfermedad en Navarra, donde «se ha cuadruplicado en los últimos 40 años». No obstante, no ha sido un incremento lineal y parece haberse estabilizado en 20 casos por 100.000 habitantes al año.
En cuanto a las causas de este aumento, de momento sólo hay teorías. Una de ellas se relaciona con el desarrollo socioeconómico: la conocida como hipótesis de la higiene, que también estaría detrás del crecimiento de las alergias. En pocas palabras, el mayor control de las infecciones llevaría a una alteración del sistema inmune que, al no tener que enfrentarse a bacterias y virus, se dedicaría a atacar otras estructuras que no son nocivas.
Otra hipótesis sería la de ciertos virus como desencadenantes, porque la diabetes tipo 1 «suele debutar en meses fríos», según Forga, quien añade que esta teoría no cuenta con «resultados concluyentes». Tampoco se ha podido demostrar la influencia del déficit de vitamina D en el embarazo o nada más nacer.
Los factores de riesgo que se han revelado como más determinantes en la diabetes tipo 2, como pueden ser la obesidad y el sedentarismo, no juegan un papel tan importante en este caso. «Influyen no tanto en la aparición, como en el momento en el que se produce», indica el especialista en endocrinología. Así, los niños con sobrepeso y más sedentarios desarrollarían antes la patología.
Finlandia, el país con más casos
«La incidencia de diabetes tipo 1 varía hasta 576 veces entre los distintos países del mundo y alcanza una relación de 2/1 entre comunidades autónomas». Así lo aseveró Luís Forga en una revisión que publicó en 2014 en Avances en Diabetología. El país con mayor incidencia en niños menores de 14 años es Finlandia, con 57,6 casos por 100.000 habitantes al año.
En el extremo opuesto se sitúa Papúa Nueva Guinea, con 0,1 casos. Existen diversas hipótesis sobre las razones de esta gran heterogeneidad en cuanto a la incidencia. En un estudio publicado este año en Acta Diabetologica, un equipo de investigadores italianos analizan las posibles causas de la elevada incidencia de la patología en la isla de Cerdeña, que registra 45 casos por 100.000 habitantes.
Diversos estudios epidemiológicos han mostrado que la exposición a factores ambientales de reconocida importancia (elementos nutricionales, contaminación, toxinas, productos químicos, infecciones en la primera etapa de la vida) ha cambiado a lo largo del tiempo. Una de las particularidades que resaltan es el posible vínculo entre la infección por Mycobacterium avium paratuberculosis y el incremento de la incidencia de diabetes tipo 1 en Cerdeña.
También aluden al impacto que, según otros estudios, podría ejercer la gran densidad de metales pesados en la isla, sin perder de vista la importancia de los factores genéticos.
Este post se basa en el tema «Los factores de riesgo ambientales ganan peso en la diabetes tipo 1« publicado en Diabetes Foro.
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