¿Detectar daño hepático con exámenes oculares? Un avance prometedor para pacientes con diabetes tipo 2
Una investigación del Instituto Karolinska de Suecia abre una nueva puerta a la prevención de complicaciones graves en pacientes con diabetes tipo 2. Este estudio sugiere que los daños hepáticos, como la fibrosis o incluso etapas avanzadas como la cirrosis, podrían detectarse al mismo tiempo que se realizan las pruebas de detección de enfermedades oculares mediante una técnica sencilla e indolora llamada elastografía.
¿Por qué es importante este avance? Más de la mitad de las personas con diabetes tipo 2 padecen enfermedad hepática grasa, una condición que generalmente pasa desapercibida en sus primeras etapas por la falta de síntomas. Si no se diagnostica a tiempo, puede evolucionar hacia problemas más graves, como cirrosis o cáncer de hígado.
Un cribado combinado: salud ocular y hepática
En Suecia, los pacientes con diabetes tipo 2 ya participan en un programa establecido de exploración de retina para detectar daños oculares relacionados con su condición. Este nuevo enfoque propone añadir un examen hepático con elastografía, una técnica que utiliza ultrasonidos y dura entre 5 y 10 minutos, aprovechando la misma visita médica.
Según el profesor Hannes Hagström, del Instituto Karolinska, esta estrategia permitiría «matar dos pájaros de un tiro» al identificar tanto daños oculares como hepáticos en sus primeras etapas. Además, los resultados del estudio muestran que la mayoría de los pacientes están abiertos a esta propuesta: el 77% de los participantes en el estudio aceptaron realizarse ambas pruebas.
De los pacientes que se sometieron a elastografía, el 15,8% presentó indicios de fibrosis hepática, aunque tras evaluaciones más precisas, estas cifras bajaron a un 7,4% para fibrosis inicial y un 2,9% para fibrosis avanzada o cirrosis. Algunos falsos positivos se atribuyen a la falta de ayuno previo, algo que se tendrá en cuenta en futuros análisis.
El siguiente paso será analizar si esta estrategia combinada es viable desde un punto de vista económico para implementarla a gran escala. Sin embargo, lo que queda claro es que este enfoque tiene el potencial de prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de los pacientes con diabetes tipo 2.
Celebramos este tipo de avances que integran prevención y tratamiento. Estos estudios refuerzan la importancia de un enfoque integral en el manejo de la diabetes, considerando no solo la glucosa, sino también los posibles efectos en órganos clave como el hígado.
¿Qué opináis sobre esta propuesta de detección combinada?
¿Os parece una buena idea aprovechar las pruebas oculares para incluir la detección de enfermedades hepáticas?
Este post se basa en el tema «¿Detectar daño hepático con exámenes oculares? Un avance prometedor para pacientes con diabetes tipo 2« publicado en Diabetes Foro.
Puedes ver los comentarios de los miembros del foro y hacer los tuyos en «¿Detectar daño hepático con exámenes oculares? Un avance prometedor para pacientes con diabetes tipo 2«