«Aprendí a poner catéteres por YouTube»: La historia de Verónica y su hijo con diabetes tipo 1

La historia de Verónica García y su hijo Guzmán, diagnosticado con diabetes tipo 1 a los 3 años, pone de manifiesto los desafíos y aprendizajes que enfrentan las familias al convivir con esta enfermedad crónica. Desde un diagnóstico inesperado hasta la necesidad de adaptarse rápidamente a una nueva rutina, Verónica comparte cómo ha aprendido a manejar la condición de su hijo y aboga por mayor concienciación y apoyo en el entorno educativo y sanitario.

Todo comenzó en 2019, cuando Guzmán presentó síntomas que su madre confundió con una gastroenteritis. Sin embargo, la situación empeoró rápidamente, llevándolos al hospital con niveles de glucosa de 427 mg/dL y un episodio grave de cetoacidosis diabética que requirió ingreso en UCI. Este momento marcó un antes y un después para la familia, que tuvo que adaptarse a una nueva realidad llena de insulina, glucómetros y decisiones diarias.

«Nunca habíamos escuchado nada sobre los síntomas de la diabetes,» comenta Verónica, reclamando la necesidad de más cartelería e información en los centros de salud para evitar diagnósticos tardíos.

En plena pandemia, Verónica tuvo que aprender por su cuenta muchas de las tareas esenciales para manejar la diabetes de su hijo, incluyendo cómo colocar un catéter, gracias a vídeos de YouTube. Guzmán ahora utiliza una bomba de insulina, que automatiza gran parte de su tratamiento, pero sigue requiriendo ajustes manuales y supervisión constante.

  • La bomba de insulina facilita su día a día, ajustando la insulina según las necesidades de sus comidas y niveles de glucosa.
  • Guzmán, ahora de 8 años, es consciente de su enfermedad y de sus necesidades, aunque su madre destaca la importancia de contar con un entorno escolar empático y preparado.

Verónica subraya la necesidad de apoyo en el ámbito escolar para garantizar la seguridad y bienestar de Guzmán:

  • Empatía del profesorado: Aunque no se les pide administrar insulina, sí se espera que reaccionen cuando la bomba avisa de una hipoglucemia, permitiendo que el niño coma algo rápido.
  • Preparación y continuidad: Cada curso, Verónica debe reunirse con nuevos profesores para explicar cómo actuar en caso de emergencia.
  • Comunicación sobre actividades: Eventos como excursiones o clases de educación física requieren ajustes en la dieta y las dosis de insulina, y los padres necesitan ser informados con antelación.

Verónica apoya la creación de la figura de la enfermera escolar, una reivindicación creciente entre las familias de niños con diabetes.

El apoyo de la comunidad

La Asociación de Diabéticos del Principado de Asturias (ASDIPAS) ha sido un pilar fundamental para Verónica y su familia. Participar en reuniones y campamentos con otros niños con diabetes ha permitido a Guzmán conocer a otros en su misma situación y entender que no está solo.

«La primera vez que participamos en una reunión, todos los padres nos levantamos al oír una bomba sonar, pensando que era nuestro hijo. Ahí te das cuenta de que no eres el único,» relata Verónica.

Consejo para otras familias

Para quienes están enfrentando un diagnóstico reciente, Verónica comparte un mensaje de resiliencia y paciencia:

«No hace falta que lo sepas todo en un mes. Todos vamos aprendiendo día a día. Lo que funciona hoy, puede no funcionar mañana, pero con apoyo y aprendizaje continuo, se puede llevar una vida plena.»

La diabetes tipo 1 es un desafío, pero con información, apoyo y adaptación, es posible enfrentarla con fuerza y optimismo.

Si tú o tu familia tienen experiencias similares, no dudes en compartirlas en el foro. ¡Juntos aprendemos mejor!

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