El dispositivo administra la insulina necesaria para controlar la glucosa de forma automática.
Científicos de EE.UU. ha probado con éxito un páncreas artificial para pacientes con diabetes tipo 2. El dispositivo, impulsado por un algoritmo desarrollado en la Universidad de Cambridge, duplicó la cantidad de tiempo que los pacientes mantuvieron sus niveles de azúcar en sangre (glucosa) en valores correctos en comparación con el tratamiento estándar , además, redujo a la mitad el tiempo que tuvieron picos en sus niveles altos de glucosa.
El estudio es novedoso, explica Jorge Bondia, de la Universidad de Valencia y miembro del grupo de Tecnologías Aplicadas a la Diabetes de la Sociedad Española de Diabetes (SED), «ya a que es una cosa que se hace en diabetes tipo 1 pero que, aunque se ha hecho en tipo 2, no en el contexto de estudio fuera del hospital. Sí habían hecho en pacientes hospitalizados o en diálisis, pero una cosa es cuando el paciente está hospitalizado que durante unos días se le pone el sistema para controlar la glucemia y otra es que lo lleve de continuo, en su casa, en su vida habitual. Se trata de contextos muy diferentes»
Se estima que alrededor de 415 millones de personas en todo el mundo viven con diabetes tipo 2. En España afecta a casi 6 millones de personas. Los datos recogidos por las encuestas nacionales y europeas de salud reflejan una tasa de 7,51 de cada 100 personas. de las cuales el 90% tiene diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 hace que los niveles de glucosa sean demasiado altos. Por lo general, los niveles de azúcar en la sangre están controlados por la liberación de insulina, pero en la diabetes tipo 2 se interrumpe la producción de insulina. Con el tiempo, esto puede causar problemas graves, como daños en los ojos, los riñones y los nervios, y enfermedades cardíacas.
La enfermedad generalmente se maneja a través de una combinación de cambios en el estilo de vida (mejor dieta y más ejercicio, por ejemplo) y medicamentos, con el objetivo de mantener bajos los niveles de glucosa.
El nuevo dispositivo desarrollado por los investigadores del Instituto Wellcome-MRC de Ciencias Metabólicas de la Universidad de Cambridge puede ayudar a mantener los niveles saludables de glucosa. El dispositivo combina un monitor de glucosa estándar y una bomba de insulina con una aplicación desarrollada por el equipo, conocida como CamAPS HX. Esta aplicación funciona con un algoritmo que predice cuánta insulina se requiere para mantener los niveles de glucosa en el rango objetivo.
Los investigadores habían demostrado previamente que un páncreas artificial ejecutado por un algoritmo similar es efectivo para pacientes que viven con diabetes tipo 1, desde adultos hasta niños muy pequeños. También habían probado con éxito el dispositivo en pacientes con diabetes tipo 2 que requieren diálisis renal.
«El páncreas artificial automatiza un proceso que ahora se hace de forma más manual; es decir, el paciente tipo 2 controla su insulina pinchándose en el dedo para medir el valor de la insulina y, si necesita, se inyecta», aclara Bondia.
El estudio que hoy se publica en «Nature Medicine» supone la primera prueba del páncreas artificial en una población más amplia que vive con diabetes tipo 2 (que no requiere diálisis renal).
A diferencia del páncreas artificial utilizado para la diabetes tipo 1, explican los investigadores, esta nueva versión es un sistema de circuito completamente cerrado, mientras que los pacientes con diabetes tipo 1 necesitan decirle a su páncreas artificial que están a punto de comer para permitir el ajuste de la insulina, por ejemplo. en esta versión. pueden dejar que el dispositivo funcione de forma totalmente automática.
Un total de 26 pacientes participaron en el estudio. Cada uno fue asignado aleatoriamente a uno de dos grupos: el primero probaría el páncreas artificial durante ocho semanas y posteriormente cambiaría a la terapia estándar de múltiples inyecciones diarias de insulina; el segundo empezaría esta terapia de control y luego cambiaría al páncreas artificial al cabo de ocho semanas.
«Este sistema, destaca Bondia, administra cada 5 minutos la insulina necesaria. No necesita información previa. Libera al paciente de controlar los hidratos o de tener que estar pensando cuánta insulina necesita, lo que es una carga muy grande para el paciente. Todo eso lo hace el sistema de forma automática lo que es un alivio para el paciente».
El estudio es la primera prueba del páncreas artificial en una población más amplia que vive con diabetes tipo 2
Para evaluar la eficacia del dispositivo, los investigadores aplicaron diferentes medidas. Por ejemplo, la proporción de tiempo que los pacientes pasaron con sus niveles de glucosa dentro de un rango objetivo de entre 3,9 y 10,0 mmol/L. En promedio, las personas que usaron el páncreas artificial pasaron dos tercios (66 %) de su tiempo dentro del rango objetivo, el doble de lo que se lograba mientras estaban en el control (32 %).
Un segundo criterio de valoración fue la proporción de tiempo pasado con niveles de glucosa por encima de 10,0 mmol/L. Con el tiempo, los niveles altos de glucosa aumentan el riesgo de complicaciones potencialmente graves. Los pacientes que siguieron la terapia de control pasaron dos tercios (67 %) de su tiempo con niveles altos de glucosa; esto se redujo a la mitad al 33 % cuando se usó el páncreas artificial.
Además, los investigadores vieron que los niveles promedio de glucosa cayeron: de 12,6 mmol/L al tomar la terapia de control a 9,2 mmol/L al usar el páncreas artificial.
Pero lo más importante para el experto español es que se logra un mejor control. Explica Bondia que el objetivo es que la glucosa esté entre 70 y 180 el mayor tiempo posible. «Si está por debajo del rango es lo que se llama una hipoglucemia, que es grave porque tiene consecuencias de que incluso si no la tratas puedes puedes morir puedes, pero si estás también por encima del rango se estas complicaciones a cabo de los años. Pero al comer, es normal que las insulina suba. Pero con este sistema se logra aumentar el control y reducir a la mitad la hipoglucemia. El objetivo sería hasta cien por cien del tiempo en rango, cosa que es imposible, reconoce este experto».
Asimismo, el dispositivo también redujo los niveles de una molécula conocida como hemoglobina glicosilada o HbA1c.
La hemoglobina glicosilada se desarrolla cuando la hemoglobina, una proteína dentro de los glóbulos rojos que transporta oxígeno por todo el cuerpo, se une a la glucosa en la sangre y se vuelve «glucosa», explican. Al medir la HbA1c, los médicos pueden obtener una imagen general de cuáles han sido los niveles promedio de azúcar en la sangre de una persona durante un período de semanas o meses. Para las personas con diabetes, cuanto mayor sea la HbA1c, mayor será el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes. Después de la terapia de control, los niveles promedio de HbA1c fueron del 8,7 %, mientras que después de usar el páncreas artificial fueron del 7,3 %.
Concluye Bondía que este sería el tratamiento ideal. «El objetivo son los sistemas automáticos».
Pero recuerda que el paciente no está acostumbrado a la tecnología. «Es una de las barreras que hay que hay que vencer, pero sí que es la dirección a la que habría que para al menos para los pacientes con diabetes tipo dos muy avanzada., porque no podría aplicare en los casi 6 millones de pacientes con diabetes».
Otro aspecto a tener en cuenta sería el coste. Es mucho más caro un páncreas artificial, estamos hablando de varios miles de euros por cada dispositivo.
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Este post se basa en el tema «Prueban bomba de insulina en personas con diabetes tipo 2 y valoran positivamente« publicado en Diabetes Foro.
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