El ejercicio físico regular se ha revelado como un aliado valioso en el control de la Diabetes. Estudios han demostrado que mantenerse activo contribuye a estabilizar los niveles de glucosa y ayuda a prevenir complicaciones a nivel micro y macrovascular, es decir, daño a pequeños y grandes vasos sanguíneos.
El ejercicio no solo tiene beneficios a largo plazo, sino que también ofrece efectos inmediatos. Después de una sola sesión, se observa una mejora en la captación de glucosa por parte de los músculos, que puede durar hasta 48 horas. Este efecto es particularmente beneficioso para las personas con Diabetes Mellitus, ya que mejora la sensibilidad a la insulina.
¿Ejercicio aeróbico o anaeróbico?
El ejercicio aeróbico, como caminar, nadar o andar en bicicleta, ha sido tradicionalmente recomendado para personas con Diabetes Mellitus. Este tipo de ejercicio mejora la capacidad cardiovascular y contribuye a la oxidación de grasas.
Por otro lado, el ejercicio anaeróbico, que incluye actividades como el levantamiento de pesas, también tiene beneficios significativos. No solo mejora la fuerza muscular y la resistencia, sino que también ayuda a desarrollar masa muscular, lo que puede ser especialmente beneficioso para las personas con diabetes.
Esto se debe a que un mayor músculo significa una mayor capacidad para la captación de glucosa y una mayor eficiencia en el control glucémico. Es por eso que la combinación de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos ofrece el mayor beneficio.
Nuestro cuerpo como almacén de glucosa
En nuestro cuerpo, tenemos diferentes lugares donde se almacenan los carbohidratos que se convierten en glucosa. Dependiendo de la masa muscular, los músculos podrían ser el mayor almacén de glucógeno del cuerpo. Sabiendo esto, podríamos hacer el vínculo hacia: “a mayor cantidad de músculo, mejor control de la diabetes”.
En el cuerpo, tenemos diferentes lugares en donde se almacenan los carbohidratos que se convierten en glucosa.
– Cerebro: En los astrocitos (neuronas en forma de estrella) se almacena una cantidad (que no se sabe con precisión) pero nos ayuda al funcionamiento de éste órgano.
– Riñones: Se encuentra en una cantidad mínima.
– Hígado: Tiene la capacidad de almacenar glucógeno, el cual es un compuesto que se utiliza como reserva de energía.
– Músculos: dependiendo de la masa muscular, podría ser el mayor almacén de glucógeno del cuerpo.
– Sangre y glóbulos blancos: Esto puede variar en medida del funcionamiento metabólico y/o de la ingesta de hidratos de carbono.
Ahora que ya conocemos cómo la actividad física, enfocada en el desarrollo de la masa muscular, contribuye para el control de la diabetes, es momento de ponernos en acción.
La recomendación certera para personas con diabetes es realizar 150 min de ejercicio aeróbico y, en ausencia de contraindicaciones, ejercicio de resistencia/pesas 3 veces por semana.
De esta manera lograrás una regulación significativa de la glucosa, mejorarás la sensibilidad a la insulina, el control de peso y la prevención de complicaciones.
Recuerda mantenerte activo e intenta realizar una combinación adecuada de ejercicios.
Espero que este post os haya sido útil. ¡No dudéis en compartir vuestras experiencias y consejos en los comentarios!
Saludos,
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Este post se basa en el tema «La masa muscular, la glucosa y la diabetes« publicado en Diabetes Foro.
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