El lunes el apagón me pilló en el trabajo a unos 15km de casa. Volver en transporte público era impracticable con la parada de metro y cercanías y el atasco colosal en el centro de Madrid. Una compañera me ofreció dormir en su casa, pero como no tenía conmigo la insulina lenta decidí volver andando para llegar a la hora de ponérmela.
Total, que a raíz de esta historia me ha dado por pensar qué habría hecho en caso de no poder ir a casa a dormir. Tenía conmigo insulina rápida. ¿Podría haber sustituido la lenta por pequeñas dosis de rápida?
¿O sería mejor poner la rápida con la comida y por unas horas estar sin lenta? ¿Cuándo la ausencia de lenta comenzaría a ser un verdadero problema? ¿Habría que ir a urgencias?
He buscado información en Internet, pero no veo nada concreto, así que si tenéis información se agradece.
Este post se basa en el tema «Insulina en situaciones de emergencia« publicado en Diabetes Foro.
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