N. tenía apenas 51 años de edad. La mujer falleció en noviembre pasado, víctima de la influenza en un hospital de Guadalajara. Fue semanas después, que el diagnóstico del Seguro Social fue confirmado por la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), que es la vocera oficial de esta gripe: N. murió por influenza… pero era diabética, hipertensa y no se había vacunado. No es raro: la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares están presentes hasta en siete de cada diez defunciones por influenza registradas en hospitales del estado en la última década, según reportes consultados. Es sin duda, uno de los grupos más vulnerables a la infección viral.
«Durante las epidemias de influenza se da un incremento de hospitalizaciones y de riesgo de enfermedades cardiovasculares, tanto a la población general; pero particularmente en pacientes con diabetes. En ellos se incrementa el riesgo de morir por influenza entre 1.7 y tres veces comparado con pacientes sin diabetes», aseguró Leonardo Mancillas Adame, especialista en Endocrinología y Metabolismo y profesor investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Esta asociación entre ambos males, se ha encontrado en más de un estudio. En Jalisco se conoce desde 2009 cuando investigadores siguieron la pista a las defunciones que provocó la pandemia ese año. «El rango varía según la investigación de que se trate, pero está identificado de forma constante el incremento en el riesgo», apuntó el médico en entrevista con MILENIO.
Es por ello es que se ha tratado de evaluar el impacto de la vacunación. El biológico disponible desde hace varios años protege contra las principales cepas de virus gripales de la influenza: La presentación para esta temporada protege, en una sola dosis del virus AH1N1 ?que causó estragos de 2009 al 2014-, del H3N2 (la que está afectando actualmente) y de la influenza tipo B.
Leonardo Mancilla responde que no hay estudios que determinen si hay alguna relación entre el tiempo que se tiene viviendo con diabetes y la incidencia de influenza, pero lo que sí es un hecho es que quienes padecen enfermedades crónicas tienen un sistema inmunológico más vulnerable al ataque de infecciones. Personas diabéticas, con obesidad, hipertensión, asma e insuficiencia renal, así como los adultos mayores, menores de cinco años y mujeres embarazadas, son consideradas en el grupo de riesgo por esta susceptibilidad.
«Aplicarse la vacuna ha demostrado que disminuye el riesgo de hospitalización, disminuye el riesgo de infartos y de eventos cardiovasculares relacionados a influenza en pacientes con diabetes», apuntó Mancilla, quien ha encabezado y apoya el desarrollo de programas de investigación básica no patrocinados por la industria en la UANL; y participa en rondas clínicas y programas de investigación en curso en la misma institución.
No hay contraindicaciones para que una persona adulta diabética se aplique la vacuna ?aseveró- ninguna contraindicación adicional al resto de la población. El problema es que la población, en general, no responde al llamado del sector salud para vacunarse con oportunidad. Sea por falta de información, porque no tiene percepción de riego, por desidia y sobre todo por miedo infundado.
El especialista aclaró que ponerse la vacuna, no afecta en lo absoluto el desarrollo de la enfermedad de base (sea diabetes, hipertensión u otro padecimiento cardiovascular) y por el contrario le protege de una infección previsible. Si la persona está descompensada en sus niveles de glucosa, tampoco afecta la efectividad de la vacuna. «No tenemos que esperar a controlar el nivel de glucosa para vacunarlos», recalcó.
¿Es usted diabético?… Vacúnese
La influenza estacional tiene dos picos en el año. Existe un periodo anual donde se libera la vacuna para el hemisferio norte, en la primera semana de octubre, y «es a partir de octubre que se tiene oportunidad de prevenir», subrayó Mancilla Adame. «Entre más temprana sea la vacunación tenemos un desarrollo más temprano de los anticuerpos y una mayor oportunidad de prevenir. Por supuesto que si se vacunan de forma tardía, todavía se reduce el riesgo, pero lo recomendable es vacunarse cuanto antes, pues el desarrollo de la inmunidad los protege por más tiempo», dijo.
Esa inmunización protege a lo largo del año, durante los dos picos en que se concentran los casos.
La vacuna se la deben administrar tanto a mujeres como a hombres, pues no existe diferencia por género y debe aplicarse cada año pues el virus de la influenza muta y el biológico cambia. Así mantiene su efectividad. «Sabemos que vacunarse año con año va dejando también cierta memoria y la persona termina adquiriendo mayor protección que si lo hace de forma aislada un año y varios años no», expuso el endocrinólogo. Incluso, la enfermedad es menos severa en aquellos casos que se vacunaron y aun así tuvieron influenza.
«La influenza es una enfermedad previsible, que causa mucha incapacidad y que puede llevar a los pacientes a hospitalizaciones, a complicaciones cardiacas, pulmonares, sistémicas y en algunos casos a la muerte. La prevención es muy sencilla y el riesgo beneficio es mucho mayor vacunación versus no vacunación», recomendó.
¿Es usted diabético?… Vacúnese. Se evitará sufrimiento y gastos.
Claves – Influenza y diabetes
La gente con diabetes (tipo 1 o tipo 2), aun si está bien tratada, corre riesgo alto de sufrir complicaciones graves por influenza
En casos de epidemia de influenza se reportan alrededor de 10 por ciento de defunciones.
En 7 de cada 10 defunciones por influenza hay datos de comorbilidades como diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad
En las temporadas de frío las infecciones respiratorias agudas se incrementan y entre ellas la influenza
Actualmente en México circulan tres virus estacionales: la influenza A (H1N1), A (H3N2) y la B. Este año predomina la H3N2.
Los pacientes con diabetes pueden tener anomalías en la función inmune o «bajas defensas», de ahí el mayor riesgo de morbilidad y mortalidad por infección de influenza.
Los pacientes con diabetes (en particular aquellos con complicaciones cardíacas y renales) tienen un alto riesgo de complicaciones, hospitalización y muerte por influenza.
Por tanto, la inmunización contra la influenza es requisito importante de prevención, en el tratamiento de enfermedades crónicas como la diabetes.
La medida más efectiva para reducir el impacto de la influenza es vacunarse antes de la temporada de esta infección, cada año.
La vacuna contra la influenza contiene solo virus no infecciosos y no puede causar gripe u otras enfermedades respiratorias.
La aplicación de la vacuna reduce el costo del sufrimiento humano y los gastos de atención médica en personas con diabetes.
Fuente: Secretaría de Salud Jalisco/Dr. Leonardo Mancillas Adame, especialista en Endocrinología y Metabolismo y profesor investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León/Asociación Americana de Diabetes.
Este post se basa en el tema «Diabetes e influenza, riesgosa combinación que puede atajarse« publicado en Diabetes Foro.
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