La doctora Diana Díaz Rizzolo, investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y Columbia University, ha liderado un estudio que demuestra que comer a horas tardías puede hacer que la glucosa permanezca más tiempo en nuestra sangre, acelerando así el envejecimiento.
El estudio, publicado en la revista Nutrition & Diabetes, revela que ingerir más del 45% de las calorías diarias después de las cinco de la tarde está asociado con niveles elevados de glucosa. Esto no solo afecta nuestra salud en general, sino que también acelera el envejecimiento. Comer tarde puede dificultar que nuestro cuerpo maneje bien la glucosa, lo que genera estrés oxidativo e inflamación crónica, dañando nuestras células y tejidos.
Para mejorar nuestra salud y envejecer mejor, la doctora Díaz Rizzolo recomienda alinear nuestro estilo de vida con las horas del día. Esto incluye desayunar bien poco después de levantarnos, almorzar temprano y cenar ligero antes de la puesta de sol. Además, mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente son claves para preservar nuestra masa muscular y mejorar nuestra calidad de vida.
Rizzolo explica que los niveles altos de glucosa generan estrés oxidativo e inflamación crónica, factores clave que dañan nuestras células y tejidos, acelerando el envejecimiento. Además, el exceso de glucosa puede causar glicación, un proceso en el que las moléculas de glucosa se adhieren a otras moléculas, dañándolas y afectando áreas como la memoria y aumentando el riesgo de demencia.
Para aquellos que buscan mejorar su salud y envejecer mejor, es importante considerar no solo qué y cuánto comemos, sino también cuándo lo hacemos. Desayunar bien poco después de levantarnos puede ayudarnos a controlar mejor el hambre durante el día y a tomar decisiones alimentarias más saludables. Almorzar temprano y cenar ligero antes de la puesta de sol también puede ser beneficioso para nuestra salud.
Además, la doctora sugiere que la autofagia, un proceso de limpieza y renovación celular, se activa con el ayuno y la restricción calórica. Este proceso nos protege frente a enfermedades y nos ayuda a vivir más años con mejor calidad de vida. Reducir ligeramente las calorías que consumimos puede ayudar a nuestras células a mantenerse jóvenes y saludables por más tiempo.
En resumen, pequeños cambios en nuestros hábitos diarios pueden tener un gran impacto en nuestra salud a largo plazo. Alinear nuestro estilo de vida con las horas del día, mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente son claves para mejorar nuestra salud y envejecer mejor.
¡Cuidémonos y sigamos aprendiendo juntos!
Un abrazo,
Este post se basa en el tema «“Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, dice el refrán« publicado en Diabetes Foro.
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