Espinos que ha participado hoy en la Universidad de Verano de Adeje en un curso sobre cómo tratar a diferentes colectivos escolares con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 1 o la celiaquía considera que la desinformación en el entorno escolar es un problema grave que propicia que los niños afectados en ocasiones no estén bien cuidados.
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«El problema no se circunscribe exclusivamente al ámbito de los profesionales de los centros educativos, sino que también atañe a padres y a los propios compañeros», señala.
«Por ejemplo, a veces ocurre que se deja de invitar a un cumpleaños a un niño con diabetes tipo 1 porque los adultos no saben si puede o no puede comer tarta», indica.
Asegura que con la diabetes tipo 1 se cometen más errores porque el tratamiento es más complejo y aumentan las probabilidades de errores como no saber detectar una bajada de azúcar.
También se puede desconocer el tratamiento o, incluso, que el personal docente se niegue a dispensar un medicamento que en caso de una crisis puede salvar la vida del niño.
La ponente explica que, en este caso concreto, el profesorado legalmente no está obligado aunque sí posee el deber de auxilio.
La psicóloga afirma que hay un vacío legal al respecto y el niño está sujeto a la voluntad del profesor que le toque.
«En muchos casos, por falta de información o de respaldo por parte de la dirección del centro, no está dispuesto a dispensar el glucagón, por lo que los padres viven con ese miedo».
Explicó que la Asociación de Diabetes de Tenerife promueve varias actividades para paliar esa falta de información.
Este post se basa en el tema «ADT propone más preparación en centros escolares« publicado en Diabetes Foro.
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