Proteína p63, de supresor tumoral a clave en la diabetes 2

Rubén Nogueira, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, ha presentado un estudio cuya principal hipótesis es que la proteína p63 podría ser capaz de regular directamente la señalización de insulina y el metabolismo de la glucosa en el hígado.

Rubén Nogueira Pozo (Vigo, 1977), de la Universidad de Santiago de Compostela, centra sus esfuerzos investigadores en dos grandes líneas. En una de ellas investiga cómo el cerebro, y más en concreto el hipotálamo, regula directamente el metabolismo en órganos periféricos, centrándose especialmente en la grasa y el hígado. En otra línea estudia el papel en el metabolismo de proteínas ampliamente conocidas en el mundo del cáncer, como p53 y p63.

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Se desconoce el papel de p63 en el control de la glucosa, pero es un supresor tumoral y el consumo de glucosa en el tumor es anómalo»
«Hasta el momento no se conoce prácticamente nada sobre el papel de p63 en el control de la glucosa y señalización de la insulina. Sabemos que p63 es un supresor tumoral, y que las células tumorales tienen un consumo de glucosa anormal», cuenta a DM Nogueira, mientras que describe que «también sabemos que algunos supresores tumorales tienen un papel importante en el metabolismo de glucosa y señalización de la insulina. Sin embargo, sobre p63 no existen datos y esto es exactamente lo que estamos investigando en estos momentos. Si los resultados fuesen positivos, la idea sería diseñar activadores/inhibidores de p63 y ver si estos compuestos podrían ser utilizados de forma segura y eficaz en modelos de diabetes tipo 2».

Hace unas semanas Nogueira y su equipo presentaron en un estudio cuál es el papel de p63 en el control de la cantidad de lípidos que almacena el hígado. «En concreto, lo que observamos en modelos animales es que la activación de p63 incrementa la cantidad de lípidos en el hígado, es decir, provoca el tener un hígado graso; mientras que la inhibición de esta proteína disminuye el contenido graso del hígado», indica Nogueira, y añade que «el exceso de lípidos tiene un efecto nocivo sobre la señalización de insulina, y por tanto la hipótesis es que p63 podría ser capaz de regular directamente la señalización de insulina y el metabolismo de la glucosa en el hígado».

Están estudiándose moléculas que actúen sobre diferentes dianas, de modo que su efecto sea más potente que actuando en una sola»

Más intensidad

De cara al futuro de la investigación en diabetes, Rubén Nogueira expone que actualmente hay varias estrategias para el tratamiento de la diabetes. «En cuanto a la diabetes tipo 2, que es en la que nosotros trabajamos, hay diferentes opciones farmacológicas que funcionan relativamente bien en pacientes. Ahora mismo una de las opciones que se está estudiando con más intensidad es el diseño de moléculas que actúen sobre diferentes dianas, de modo que su efecto sea más potente que actuando sobre una diana única que es lo que hacen los compuestos actuales. Aunque estos ensayos por ahora han sido realizados en su gran mayoría en animales de experimentación, algunos de los resultados son muy prometedores y algunos de esos compuestos están ya siendo probados en ensayos clínicos», apunta. A su juicio, si los datos de eficacia y seguridad son buenos, estas moléculas podrían tener opciones de ser usadas en la clínica mejorando lo que ya existe en el mercado.

Para Rubén Nogueira irse de un país y ver cómo se trabaja en otro laboratorio y cómo funciona otro sistema de I+D es muy positivo y enriquecedor para cualquier investigador.

Hay muy buenos grupos españoles trabajando en diabetes, pero es difícil competir frente a otros países que cuentan con muchos más recursos»
«El gran problema en España es que ese flujo va principalmente en una sola dirección: muchos investigadores españoles que se van y casi ningún extranjero o español que se haya ido tiene posibilidades de volver», argumenta Nogueira. «Hay muy buenos grupos españoles trabajando en diabetes, pero es difícil competir con otros países de Europa o con Estados Unidos, que tienen unos recursos muchísimo mayores que los españoles».

En definitiva, Nogueira no cree que sea estrictamente necesario irse fuera de España para investigar a primer nivel en diabetes, pero sí que facilita mucho las cosas, porque el número de grupos punteros aquí es notablemente menor que en otros países. «Nuestra sociedad y por extensión nuestros gobernantes deben concienciarse de que hacer investigación de nivel en cualquier área significa tener un retorno mucho mayor de lo invertido. De no ser así, países con una economía mucho más fuerte que la española no habrían apostado por la investigación, incluso en los años más duros de crisis. Y, de hecho, los números indican que son esos países los que han logrado superar mejor la etapa mas dura», defiende el investigador gallego.

Reconocimientos a la perseverancia

Rubén Nogueira se doctoró en Biología en la Universidad de Santiago de Compostela en 2003. Su líneas de investigación principales atienden a la regulación de la homeostasis energética mediante diferentes señales metabólicas tales como leptina, grelina, resistina o adiponectina. Ha sido reconocido con diversos premios de renombre intencional como el Journal Molecular Endocrinology Prize, otorgado por la Sociedad Europea de Endocrinología, en Rotterdam, en mayo de 2011; el Premio Investigación FSEEN Jóvenes Endocrinólogos, otorgado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en Granada, en mayo 2013; el Premio Joven Investigador SEBBM-Biotools, otorgado por la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), en Valencia en septiembre de 2015; European Foundation for the Study of Diabetes (EFSD) Rising Star Fellowship, en Estocolmo en septiembre de 2015, y el Premio Fundación Astra Zéneca Jóvenes Investigadores, en la categoría de Diabetes tipo 2 y Obesidad, recibido en Madrid en septiembre de 2016.

«Como a muchos otros investigadores, siempre me interesó hacerme preguntas que muchas veces no tenían respuesta, y dedicarme profesionalmente a intentar responderlas me parecía muy atractivo. Al empezar mi tesis doctoral en 1999 comprendí mejor cómo funcionaba la ciencia y, a pesar de las muchas dificultades, me encantaba. Luego en el posdoctorado trabajé en varios laboratorios de otros países obteniendo varias becas europeas de investigación, y ahí ya supe que no daría marcha atrás en mi carrera, ya fuese en mi país o en cualquier otro, y por fortuna, he podido elegir dónde continuar mi carrera investigadora. Los problemas son numerosos, pero hay que perseverar, tomar decisiones correctas y, en ocasiones, tener una pizca de suerte».

Este post se basa en el tema «Proteína p63, de supresor tumoral a clave en la diabetes 2« publicado en Diabetes Foro.

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